jueves, 19 de agosto de 2010

camino

Para andar un camino hay que tener buenas suelas en las botas que no dejen a las piedras , al fango y al agua hacer mella en tus pies , que escondan la dureza del suelo porque es ella la dureza del camino mismo , unas veces pedregoso , otras abrupto , las raras amplio y confortable y las más , estrecha senda o espinosa vereda.
A cada recodo cambia , caprichoso , ajeno al esfuerzo del andar mismo , el siempre estará allí ,y el placer o el dolor de recorrerlo solo dependerá de con que te calces o de la urgencia de tu viaje .
Otros lo recorrerán como tu , mejor o peor pertrechados con más fortuna o menos ante los tropiezos , con más osadía o más prudencia , unos medirán las leguas recorridas y dosificaran el esfuerzo , otros se vaciarán en una alocada carrera en pos del ansiado horizonte .
Hay quien no saldrá de la ruta marcada y quien se perderá una y mil veces por pequeños e inexplorados senderos con suerte dispar , quizás atajen unas leguas o tal vez deban recular en busca de la senda más propicia.
Sus botas marcarán la diferencia sus pies son el vehículo , y andar por los caminos con finas suelas y desgastados cueros solo lograrán quebrantarlos , el final será el mismo y quizá el tiempo empleado también solo que cada piedra pisada habrá hecho mella y tal vez al descalzarse , solo quede un doloroso recuerdo de lo
recorrido.

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