Duele el frío de tu ausencia.
Con tacto hiriente de escarcha al alba.
Dolor de filo grabando
ríos de hielo en mi estéril alma.
Tatuaje hecho de abandono,
filigrana indeleble que no sana
y rezuma,día a día ,por su trazo,
la amarga tinta hecha de mis lágrimas.
Dejaste en mi un ocaso al mediodía.
Tornaste en gris silencio mis palabras.
En blanco todo aquello que escribía
y en mudos los versos que te daba.
Cuerpo soy ya de calor vacío.
Inerte cuerpo que por la tierra vaga
vacío de ti,
de sombras lleno.
Vacío de ti,
lleno de nada.